El poderoso opiáceo sintético, valorado como un narcótico de gran alcance, se ha hecho indispensable en el epicentro del tratamiento analgésico en casos de cáncer. Con una fuerza que eclipsa en cien veces a la de la morfina, ha reformado la vida cotidiana de una gama de individuos en España, entre ellos Rafa, cuya batalla con un tumor en la g